De humanoide a humana: la evolución de la IA

Tendencias / Tecnología
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Sandra Michalska
jul 7, 2022
La inteligencia artificial (IA) ha despertado la imaginación durante décadas. Vista como gran antagonista (o protagonista, según se mire) en 2001: Una odisea en el espacio de Kubrick, esclavizando a la humanidad en Matrix o, más recientemente, como una humanoide mentirosa en Ex‑Machina, la IA se ha convertido en una referencia clásica de la cultura pop. La abundancia de representaciones de la IA en la cultura moderna popular evoca las complejas relaciones entre humanos y máquinas. ¿Y en qué punto estamos ahora? Es difícil decirlo. Los datos sobre consumidores que manejamos en VisualGPS revelan una mezcla de sentimientos: el 50% de los europeos ven a la IA como algo ventajoso, y el otro 50% como una amenaza.

Para las organizaciones, esta relación es menos complicada. Hoy, la adopción de la IA está extendida tras años de progreso, y los beneficios para las empresas y organismos son significativos. Considerando que el gasto de los europeos en inteligencia artificial rondará los 50.000 millones de dólares en 20251, no sorprende que el efecto de la IA sea igualmente exponencial en las imágenes. Según nuestro reciente estudio, el apetito de la industria tecnológica de Europa por el contenido de IA ha crecido 34 veces en los últimos cinco años.
El interés es muy real. Sin embargo, a pesar de la rápida adopción y de los titulares en materia de marketing, la IA como tema visual sigue siendo un reto. La invisible y enigmática naturaleza de la IA hace que su riqueza de matices sea imperceptible para muchas marcas tecnológicas que siguen repitiendo tropos visuales a lo largo de los años.
¿Sueñan los androides con datos generados digitalmente?
Seguramente habrás visto noticias de IA que se ilustran con representaciones clichés de humanoides con IA. Y también es probable que te hayas cruzado con la versión del famoso fresco de la Capilla Sixtina que muestra la mano de Dios extendiéndose para dar vida… a un robot. Los robots antropomórficos eran predominantes en la manera en la que las marcas representaban a la IA hace cinco años, y darle un rostro humano o cuerpo a esta era una manera sencilla de desmitificarla. Sin embargo, incluso con características humanas, la representación visual de la IA todavía estaba reproduciendo códigos visuales que partían de obras de ciencia ficción con robots en entornos inhumanos y fríos.

En 2021, el lenguaje visual sobre la IA es radicalmente diferente. La imagen del humanoide que fue tan popular en 2016 ahora ha sido reemplazada por imágenes de flujos de datos generados digitalmente, cerebros holográficos y placas base iluminadas. De los superrobots al ambiente tecnológico, de lo antropomórfico a lo abstracto, la IA ahora se ve como algo ubicuo que trabaja incansablemente en segundo plano. Si bien las imágenes generadas digitalmente son predominantes, los clásicos tonos azules y negros se imponen a las paletas de colores más sorprendentes. Cerca de 8 de cada 10 imágenes son conceptos futuristas que usan el azul como color principal, evocando velocidad, conexión y destreza técnica.

Sin embargo, entre robots y flujos de datos azules, el lenguaje visual en torno a la IA todavía sigue careciendo del ingrediente esencial: los humanos, a menudo, están ausentes. Mientras nuestra atención está centrada en robots, velocidad, conexiones o en la tecnología en sí misma, las imágenes populares están desconectadas de las implicaciones importantes que la IA tiene a nivel social.
Humana, después de todo
¿Por qué es importante? Porque la industria tecnológica tiene el poder y responsabilidad de moldear la tecnología de IA de forma que nos pueda beneficiar a todos. Por lo tanto, es esencial ser intencionalmente inclusivo en el diseño y mostrar quién está representado en relación con la IA. En los últimos años se ha escrito mucho sobre los sesgos algorítmicos. A través del trabajo de Joy Buolamwini y la Algorithmic Justice League, descubrimos que para crear una IA imparcial, el que codifica importa2. Consecuentemente, a menos que la industria de la tecnología se esfuerce por descifrar sus sesgos inconscientes, replicará el sesgo en cada tecnología que cree.

Si bien sabemos que la industria tecnológica no perpetúa los estereotipos conscientemente, nuestros últimos análisis de imágenes usadas por el sector tecnológico en Europa revelan que los sesgos inconscientes existen en sus elecciones visuales. Por ejemplo, las mujeres tienen un 33% menos de visibilidad en trabajos de IT o programación que los hombres. Las personas fuera del marco binario están muy poco representadas. La mayoría de las imágenes sobre personas se centran en personas blancas. En fin, suma y sigue. Si volvemos otra vez a las referencias de la ciencia ficción, el artículo “The Whiteness of AI”3 argumenta que las representaciones de los humanoides con inteligencia artificial en la cultura popular mayoritariamente como blancos, puede acarrear una serie de consecuencias, incluyendo la exclusión de la diversidad étnica, sexual, de género o social. La representación de la IA en forma de humanoides blancos sitúa a las máquinas en una jerarquía de poder por encima de grupos actualmente marginados.4

¿Cómo evolucionará el lenguaje visual de la IA en el futuro? Si la IA promete beneficiar a todos, la evolución lógica sería una representación más fundamentada que destaque la colaboración entre la IA y la humanidad. A día de hoy, la IA se muestra como un ente separado e incluso independiente, lo que está lejos de tranquilizar a aquellos que han desarrollado una percepción negativa de la IA, algo que comparten la mitad de los europeos. Por lo tanto, al visualizar la IA, es importante elegir imágenes inclusivas que pongan el acento en la transparencia y en los beneficios de la IA para todos los humanos. Los sesgos algorítmicos son un problema y su raíz no es tecnológica, es social. Si todas las marcas tecnológicas se comprometen a desmantelar los sesgos inconscientes, debemos estar tranquilos sobre nuestra futura relación con las máquinas. Y si no, será otra película, quizás de ciencia ficción.
[1] European Spending on Artificial Intelligence Will Reach $22 Billion in 2022, Supported by Strong Investments Across Banking and Manufacturing, Says IDC (International Data Corporation)
[2] Leading a Cultural Movement Towards Equitable and Accountable AI (Algorithmic Justice League)
[3] Cave, S., Dihal, K. The Whiteness of AI. Philos. Technol. 33, 685–703 (2020). (Philosophy and Technology)
[4] Ibid.
Servicios financieros: Insights visuales para Europa