Voluntariado en la comunidad

Tendencias / Sostenibilidad
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Rebecca Rom-Frank
sept 30, 2021
A menudo, el término “sostenibilidad” lo primero que trae a la mente es el medioambiente, pero las definiciones contemporáneas vinculan y entrelazan a la justicia social y económica con las soluciones sostenibles. Y lo hacen con razón, ya que ahora se sabe ampliamente que las comunidades con bajos ingresos son las que ya están soportando los peores efectos de la contaminación, el clima extremo y las olas de calor causadas por el cambio climático. Por si fuera poco, la pandemia también puso aún más de relieve los determinantes sociales de la salud. Por todo ello, tiene sentido que en Getty Images, a lo largo de 2020, nuestros clientes quisieran representar la “empatía” y la “resiliencia” a través de imágenes que muestran cómo las personas colaboran unas con otras, lo cual se tradujo en que vimos un aumento en las búsquedas de “servicios comunitarios”, “jardín comunitario”, “banco de alimentos”, “orientación” y “voluntariado en la comunidad.”

Este interés creciente en visualizar los servicios comunitarios refleja un momento real en los Estados Unidos, en donde la convergencia de la pandemia con el movimiento Black Lives Matter movilizó a mucha gente. La ayuda mutua, una forma de organización que enfatiza la reciprocidad y solidaridad comunitaria frente a una crisis, se ha hecho cada vez más popular; el proyecto sin ánimo de lucro Town Hall informa que lo que comenzó como 50 grupos de ayuda mutua en Estados Unidos al comienzo de la pandemia se convirtió en 800 en 48 estados en mayo de 2020. Recoger y distribuir alimentos y recursos para personas mayores y vecinos en apuros fue algo relativamente normal en esta época tan difícil. Nuestra investigación Visual GPS descubrió que, en los últimos dos años, el 69% de los estadounidenses participó en alguna forma de activismo, y que 3 de cada 4 ciudadanos ahora prefiere comprar a compañías que apoyen el bienestar social, lo que indica que los consumidores se mueven por valores más que nunca.

Para las marcas y organizaciones que quieran hablar del crecimiento de este activismo, pero que deseen evitar las imágenes de protestas para no repetir el error de Pepsi con Kendall Jenner, mostrar cómo los voluntarios ofrecen su tiempo es una buena alternativa. Incluso antes de la pandemia, el voluntariado formaba parte de la vida habitual de muchas personas. Por término medio, 1 de cada 4 estadounidenses dedica tiempo al voluntariado, y 3 de cada 5 ayudan regularmente a sus vecinos. Según Americorps, los estadounidenses dedican un promedio de 52 horas al año a tareas de voluntariado, y en total donan un equivalente a 193.000 millones de dólares con su tiempo. A continuación encontrarás tres tips para marcas, organizaciones y medios que quieran mostrar cómo las personas retribuyen con su esfuerzo a sus comunidades.
Quién apoya a quién
Puede que los grupos de ayuda mutua se hayan vuelto cada vez más populares durante la pandemia, pero tienen profundas raíces en las comunidades de color. Las sociedades de ayuda mutua se remontan al siglo XVIII, cuando los afroamericanos, excluidos de los bancos, formaron sus propias cooperativas de crédito; en la década de los sesenta los Panteras Negras proporcionaron recursos comunitarios. Los círculos de préstamos, en los que las comunidades reúnen y distribuyen su propio dinero, son habituales entre las poblaciones inmigrantes de Latinoamérica y Asia. La ayuda mutua se diferencia de la caridad en que los miembros comunitarios toman las decisiones sobre lo que directamente les afecta.

Visualmente, es importante mostrar diversidad y el bienestar emocional que inspiran los actos de bondad, pero también es fundamental pensar en cómo la composición y posición de la imagen cuentan una historia sobre las relaciones entre los voluntarios y las personas a las que ayudan. Muchos voluntarios ayudan a sus propias comunidades desde dentro, así que busca una dinámica de respeto mutuo, cuidado y dignidad.
Están participando personas de todas las edades
Nuestra investigación Visual GPS descubrió que, mientras que las generaciones más jóvenes pueden ser más propensas a protestar online o en persona, las más mayores lo son a ofrecer voluntariamente su tiempo y dinero a buenas causas. Antes de la pandemia, los mayores constituían la mayor parte de los voluntarios en EE. UU., pero cuando el virus los convirtió en los más vulnerables las generaciones jóvenes dieron un paso adelante para arrimar el hombro. La Cruz Roja informa que el covid ha impulsado el 20% de las nuevas solicitudes de voluntarios, y este año, casi el 30% de sus voluntarios tienen entre 25 y 39 años.

Considera cómo los voluntarios de todas las edades pueden estar donando su tiempo y cómo pueden estar centrados en causas o enfoques ligeramente diferentes y ofrecer distintas habilidades y experiencia.
Las personas están apoyando a sus propias comunidades desde dentro
Los jardines comunitarios, la plantación de árboles y la limpieza en parques y playas son buenas maneras de ayudar, pero son solo algunas en las que las personas se involucran. Nonprofit Source informa que las actividades de voluntariado más populares son la recogida y distribución de alimentos, la recaudación de fondos, la asistencia en tareas generales y transportes, y la orientación o enseñanza. Y la lista no acaba aquí: algunas personas también conducen actividades artísticas, entrenan equipos deportivos o proporcionan asesoramiento o cuidados médicos.

Piensa fuera de lo obvio y busca imágenes que capturen la variedad de formas reales y creativas en las que se involucra la gente para enriquecer a sus comunidades y al medioambiente. Y ten en cuenta que a medida que, desde el punto de vista informativo, se conecten más los evidentes puntos de unión entre el cambio climático y los problemas sociales, habrá más hombros que arrimar y más historias por contar.
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