Inclusión a flor de piel

Tendencias / Realidad
Jessica Keaveny
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Reya Sehgal
dic 17, 2021
El movimiento body positive ha llegado como un vendaval al mundo de la publicidad y la moda, creando espacios para las personas que no se ajustan a los ideales normativos y eurocéntricos de belleza, pero este viento de cambio solo ha golpeado la superficie. A medida que más marcas introducen tallas inclusivas y muestran a modelos curvy y con discapacidades en sus campañas y pasarelas, los consumidores tienen cada vez un mayor apetito por verse representados de manera más auténtica, con sus presuntas imperfecciones y todo. Los críticos e influencers han dicho que el movimiento body positive se ha centrado fundamentalmente en el peso y el tipo de cuerpo, lo cual es ciertamente importante, dado que la mayoría de las modelos y celebrities no reflejan el tamaño medio de las mujeres, sin embargo se ha dejado un tanto de lado nuestro órgano más grande: la piel.1
La creciente industria de la belleza y del cuidado de la piel está comenzando a abrazar la diversidad de tonos y tipos de piel en sus productos y anuncios, e incluso en los avatares digitales.2  Esto es en parte para compensar el hecho de que la industria de la belleza a menudo ha eludido a las personas con tonos de piel más oscuros y al racismo persistente en el campo dermatológico, donde los científicos han sido formados para buscar afecciones de la piel casi exclusivamente en pieles blancas, lo que genera importantes lagunas en el diagnóstico.3

Hemos escrito en otros lugares sobre el tema del colorismo, que crea jerarquías dentro de las comunidades de color y a menudo aparece en las imágenes más populares perpetuando la idea de que las personas con piel más clara llevan vidas felices y exitosas. Es importante destacar y desarmar esto, porque tal como muestran los datos de Visual GPS el color de la piel es una de las principales razones para experimentar discriminación racial, algo que han sentido más de la mitad de los estadounidenses, latinoamericanos y brasileños. También hemos debatido sobre cómo la eliminación de las etiquetas de género en el cuidado de la piel ha llevado a un aumento de productos diseñados para hombres o personas de todos los géneros. Y si bien esta llamada a incluir a personas de todo tipo de pieles puede haber sonado en años anteriores, aún persisten los sesgos en torno a la representación. Menos del 1% de las principales imágenes en los Estados Unidos, Latinoamérica y Brasil muestran a personas con alguna imperfección en la piel.
El microbioma de la piel de cada persona es diferente, así que es lógico pensar que las imágenes que vemos deberían celebrar todo tipo de pieles, ya que están ligadas a quiénes somos y a cómo somos percibidos.4 La piel contiene los registros de nuestra historia, marcas identificativas, peculiaridades, una sensibilidad única e intransferible y una diferente proporción de microorganismos. Los datos de Visual GPS para el continente americano muestran que las imperfecciones de la piel como estrías, cicatrices, acné o marcas de nacimiento están entre las principales razones de discriminación en relación a la imagen corporal. De las personas que experimentan prejuicios respecto a su tipo corporal, más de un cuarto de los estadounidenses, latinoamericanos y brasileños mencionan sus condiciones o afecciones cutáneas como la principal causa de discriminación. Y esto cruza las fronteras de género, recordándonos que los cánones de belleza también se aplican a los hombres y a las personas no conformes con el género.

Los clientes de Getty Images están empezando a sumarse a esta llamada por una representación más inclusiva de la piel, y vemos que las búsquedas de acné, vitíligo, alopecia, urticaria y cuidado de la piel masculina crecen año tras año. Sin embargo, las imágenes que muestran las afecciones de la piel tienden a hacer más foco en las imperfecciones que en las personas. Incluir visiones más amplias de la piel de la gente en imágenes de la vida cotidiana es un elemento importante para una narrativa auténtica de la positividad corporal.
Desafiando la discriminación por edad en el deporte