El retorno del flash

Tendencias / Realidad
Linas Vaitonis / EyeEm
962896908
Lauren Catten
mar 1, 2019

De la mano del resurgimiento de la moda de los años 90, vuelven las fotos hechas con flash.

Desde comidas a diseño de interiores, todo se está tiñendo de colores potentes. El omnipresente tratamiento del flash de Terry Richardson para revistas como The Face o ID le dio al fotógrafo una enorme reputación y puso en el mapa, entre otros, a Marc Jacobs y American Apparel. Pero el auge de la fotografía en las redes sociales hizo que las marcas abandonaran el flashazo frontal para apostar por composiciones naturalistas que reflejaran ambientes y personas de manera auténtica.

Pero, en realidad, ¿qué podría ser más auténtico que la áspera y cruda realidad congelada con un flash? La verdad es que estas imágenes destacan, parecen divertidas y tienen un toque irónico y, a través de su brillo y ese aire de instantánea, aportan un nivel de inmediatez que las hacen muy auténticas, algo de lo que las marcas siempre están hambrientas. Ahora, y después de años bajo los filtros de ensueño de Instagram y la moda de los tonos apagados, el flash nos sacude visualmente para situarnos en un aquí y ahora sin maquillar.

No se trata de algo nuevo, pero en el panorama actual estos fogonazos que capturan la realidad proporcionan unos niveles de detalle y realidad que se agradecen; quizás el flash, y esa es su paradoja, sea una luz verdadera en un mundo en el que a menudo nada es lo que parece.

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