Salud mental en el lugar de trabajo
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The Good Brigade
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Después de dos años muy duros, no sorprende que trabajadores de todo tipo de sectores estén revaluando lo que es importante para ellos y priorizando la felicidad. Nuestra investigación Visual GPS reveló que el cambio de sentimiento más significativo tras la pandemia es que la gente ahora valora más su salud mental, y un 65% cree que las compañías deberían apoyar más el bienestar de los empleados. Hablar de salud mental en el trabajo cada vez es menos tabú, y de hecho se está convirtiendo en algo, digamos, esperado: un estudio de la Kaiser Family Foundation encontró que el 76% de los estadounidenses que están en el mercado laboral buscan empleadores que ofrezcan prestaciones de salud mental.1 En Getty Images, nuestros clientes han respondido a este cambio cultural, y durante el pasado año hemos visto un incremento del 156% de las imágenes populares que describen temas de salud mental, con un aumento de las búsquedas de “salud mental” junto con “aprecio a los empleados”.
Históricamente, los contenidos visuales han puesto el foco en los problemas de salud mental y en situaciones clichés como una persona con la cabeza entre las manos o acurrucada en un rincón, o con símbolos tan obvios y reduccionistas como un cerebro. Por todo ello, hemos colaborado con Mind Share Partners, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la salud mental en el lugar de trabajo, para crear unas directrices que permitan visualizar este tema tan sensible de manera auténtica, respetuosa e inclusiva. Las imágenes tienen un importante papel que desempeñar cuando se trata de fomentar una cultura de apoyo en el lugar de trabajo, porque cuando son apropiadas pueden ayudar a desestigmatizar los problemas de salud mental, remodelar nuestra comprensión de cómo y cuándo buscar asistencia y comunicar las políticas de empresa en materia de salud mental a los trabajadores. Aquí van tres insights a tener en cuenta para las compañías y medios que quieran mostrar la salud mental en el trabajo.
Históricamente, los contenidos visuales han puesto el foco en los problemas de salud mental y en situaciones clichés como una persona con la cabeza entre las manos o acurrucada en un rincón, o con símbolos tan obvios y reduccionistas como un cerebro. Por todo ello, hemos colaborado con Mind Share Partners, una organización sin ánimo de lucro dedicada a la salud mental en el lugar de trabajo, para crear unas directrices que permitan visualizar este tema tan sensible de manera auténtica, respetuosa e inclusiva. Las imágenes tienen un importante papel que desempeñar cuando se trata de fomentar una cultura de apoyo en el lugar de trabajo, porque cuando son apropiadas pueden ayudar a desestigmatizar los problemas de salud mental, remodelar nuestra comprensión de cómo y cuándo buscar asistencia y comunicar las políticas de empresa en materia de salud mental a los trabajadores. Aquí van tres insights a tener en cuenta para las compañías y medios que quieran mostrar la salud mental en el trabajo.
Lugares de trabajo en evolución, nuevos desafíos
La mayoría de los trabajadores estadounidenses del ámbito de las oficinas ya están o retornarán con modelos flexibles o híbridos de trabajo, y aunque un 40% dice que consideraría la posibilidad de renunciar al empleo si se le pidiera incorporarse físicamente a tiempo completo,2 la nueva era del trabajo remoto trae consigo sus propios matices y desafíos en cuanto a salud mental. Aunque los empleados aprecian el nuevo equilibrio entre trabajo y vida personal que permite la tecnología, hay nuevos problemas que emergen, como pasar demasiado tiempo conectados al trabajo, sentirse socialmente aislados en casa o, especialmente, para los que empiezan en el mercado laboral o los nuevos, una sensación de desconexión con los compañeros y de no saber muy bien cómo dar los primeros pasos en su trabajo.3 Para alentar las prácticas saludables, muestra a trabajadores conectando con compañeros mediante chats de vídeo y haciendo una pausa de sus dispositivos digitales; socializando en oficinas físicas y tomándose un descanso en una sala de yoga o bienestar; atendiendo a las tareas del hogar y dedicándose un tiempo también a ellos mismos.
Fuera de las oficinas, las profesiones “esenciales” que requieren del trabajo in situ, como asistencia a la salud, la fabricación, la logística, el comercio minorista o la hostelería están en primera línea de lo que se ha llamado la Gran Dimisión (fenómeno en el que los trabajadores dejan sus puestos de trabajo en masa). Los motivos: la preocupación por la seguridad física y el agotamiento. Por ejemplo, el 60% de los trabajadores sanitarios dicen que la pandemia ha impactado negativamente en su salud mental, pero solo el 13% han accedido a servicios profesionales para que les ayuden.4 En respuesta, los hospitales están estableciendo recursos de salud mental para los trabajadores sanitarios, como salas de mediación, sillones con masaje,5 y "rondas" de salud mental, así como iniciativas para recoger comentarios y sugerencias para abordar los problemas sistémicos.6 Para reconocer y fomentar la salud mental de aquellos que han soportado un mayor estrés durante la pandemia, muestra a los trabajadores esenciales en entornos físicamente seguros, tomando descansos, relajándose a solas o junto a compañeros.
La mayoría de los trabajadores estadounidenses del ámbito de las oficinas ya están o retornarán con modelos flexibles o híbridos de trabajo, y aunque un 40% dice que consideraría la posibilidad de renunciar al empleo si se le pidiera incorporarse físicamente a tiempo completo,2 la nueva era del trabajo remoto trae consigo sus propios matices y desafíos en cuanto a salud mental. Aunque los empleados aprecian el nuevo equilibrio entre trabajo y vida personal que permite la tecnología, hay nuevos problemas que emergen, como pasar demasiado tiempo conectados al trabajo, sentirse socialmente aislados en casa o, especialmente, para los que empiezan en el mercado laboral o los nuevos, una sensación de desconexión con los compañeros y de no saber muy bien cómo dar los primeros pasos en su trabajo.3 Para alentar las prácticas saludables, muestra a trabajadores conectando con compañeros mediante chats de vídeo y haciendo una pausa de sus dispositivos digitales; socializando en oficinas físicas y tomándose un descanso en una sala de yoga o bienestar; atendiendo a las tareas del hogar y dedicándose un tiempo también a ellos mismos.
Fuera de las oficinas, las profesiones “esenciales” que requieren del trabajo in situ, como asistencia a la salud, la fabricación, la logística, el comercio minorista o la hostelería están en primera línea de lo que se ha llamado la Gran Dimisión (fenómeno en el que los trabajadores dejan sus puestos de trabajo en masa). Los motivos: la preocupación por la seguridad física y el agotamiento. Por ejemplo, el 60% de los trabajadores sanitarios dicen que la pandemia ha impactado negativamente en su salud mental, pero solo el 13% han accedido a servicios profesionales para que les ayuden.4 En respuesta, los hospitales están estableciendo recursos de salud mental para los trabajadores sanitarios, como salas de mediación, sillones con masaje,5 y "rondas" de salud mental, así como iniciativas para recoger comentarios y sugerencias para abordar los problemas sistémicos.6 Para reconocer y fomentar la salud mental de aquellos que han soportado un mayor estrés durante la pandemia, muestra a los trabajadores esenciales en entornos físicamente seguros, tomando descansos, relajándose a solas o junto a compañeros.
Estrategias proactivas para apoyar la salud mental
La elección de imágenes que muestran la salud mental como un problema ha conducido históricamente a estereotipos como el del trabajador superado que se agarra la cabeza. Pero las formas en que las personas abordan la salud mental no solo pueden ser más auténticas, también pueden ser más proactivas e inspiradoras. En las imágenes más populares de 2019, hubo muchas que mostraban escenas de salud mental más auténticas orientadas a la solución, como sesiones de terapia, de yoga y mindfulness. Y este año también hemos empezado a ver imágenes populares que muestran a las personas atendiendo su salud mental en entornos menos clínicos y más cotidianos, como en casa y el trabajo.
Un estudio de Mind Share Partners encontró que incluso cuando los empleadores aumentaron sus prestaciones para empleados, los recursos de salud mental que más utilizaban estos últimos eran los que involucraban constantes del día a día, como tiempos de descanso más amplios o más frecuentes, ajustes en la manera de comunicación o sesiones de terapia durante la jornada laboral. En un mundo de apps de meditación y terapias a distancia, las personas están encontrando maneras de atender su salud mental de manera más regular y espontánea, y las imágenes que reflejen esto resonarán, esperemos, durante mucho tiempo.
La elección de imágenes que muestran la salud mental como un problema ha conducido históricamente a estereotipos como el del trabajador superado que se agarra la cabeza. Pero las formas en que las personas abordan la salud mental no solo pueden ser más auténticas, también pueden ser más proactivas e inspiradoras. En las imágenes más populares de 2019, hubo muchas que mostraban escenas de salud mental más auténticas orientadas a la solución, como sesiones de terapia, de yoga y mindfulness. Y este año también hemos empezado a ver imágenes populares que muestran a las personas atendiendo su salud mental en entornos menos clínicos y más cotidianos, como en casa y el trabajo.
Un estudio de Mind Share Partners encontró que incluso cuando los empleadores aumentaron sus prestaciones para empleados, los recursos de salud mental que más utilizaban estos últimos eran los que involucraban constantes del día a día, como tiempos de descanso más amplios o más frecuentes, ajustes en la manera de comunicación o sesiones de terapia durante la jornada laboral. En un mundo de apps de meditación y terapias a distancia, las personas están encontrando maneras de atender su salud mental de manera más regular y espontánea, y las imágenes que reflejen esto resonarán, esperemos, durante mucho tiempo.
Un lugar de trabajo inclusivo es un lugar de trabajo solidario
La desigualdad social puede tener un profundo impacto en la salud mental, pero las imágenes populares de salud mental tienden a centrarse en personas blancas, cisgénero, heterosexuales y sin discapacidad, y a mostrar a mujeres cuidándose a sí mismas emocionalmente con más frecuencia que a hombres. Nuestra investigación Visual GPS encontró que el 66% de los estadounidenses experimentan prejuicios por algunos aspectos de su identidad, y que el 45% experimenta prejuicios por varios aspectos de su identidad, como raza/etnia, género, orientación sexual, edad, discapacidad, religión, tipo de cuerpo, y cualquier combinación de factores. La edad es otro punto importante a tener en cuenta en el lugar de trabajo, ya que las generaciones más mayores son más propensas a preocuparse por la seguridad física por el covid en el lugar de trabajo, mientras que los más jóvenes son más propensos a preocuparse por ser percibidos como inexpertos o poco capaces. Esto indica que para que un lugar de trabajo se sienta acogedor y solidario, debe ser seguro e inclusivo para todos, y más especialmente para los grupos que han sido habitualmente infrarrepresentados en las imágenes de salud mental.
La desigualdad social puede tener un profundo impacto en la salud mental, pero las imágenes populares de salud mental tienden a centrarse en personas blancas, cisgénero, heterosexuales y sin discapacidad, y a mostrar a mujeres cuidándose a sí mismas emocionalmente con más frecuencia que a hombres. Nuestra investigación Visual GPS encontró que el 66% de los estadounidenses experimentan prejuicios por algunos aspectos de su identidad, y que el 45% experimenta prejuicios por varios aspectos de su identidad, como raza/etnia, género, orientación sexual, edad, discapacidad, religión, tipo de cuerpo, y cualquier combinación de factores. La edad es otro punto importante a tener en cuenta en el lugar de trabajo, ya que las generaciones más mayores son más propensas a preocuparse por la seguridad física por el covid en el lugar de trabajo, mientras que los más jóvenes son más propensos a preocuparse por ser percibidos como inexpertos o poco capaces. Esto indica que para que un lugar de trabajo se sienta acogedor y solidario, debe ser seguro e inclusivo para todos, y más especialmente para los grupos que han sido habitualmente infrarrepresentados en las imágenes de salud mental.
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